
- Artista:
- Lawrence Carroll
- Fecha:
- 1998-2002
- Técnica:
- Técnica mixta sobre lienzo y madera
- Dimensiones:
- 153 x 129 x 46 cm
- Procedencia:
- Es Baluard Museu d'Art Contemporani de Palma
- Número de registro:
- 595
Lawrence Carroll desarrolla un lenguaje que aporta una nueva dimensión a la pintura como resultado de integrar una práctica habitual en sus años de estudiante de arte, cuando por falta de recursos económicos fabricaba sus propios bastidores con madera reciclada y sus lienzos eran reutilizados por ambos lados y repintados varias veces, o cosidos a partir de diferentes piezas de tela. Esta experiencia de trabajar con materiales irregulares, tanto en longitud como en ancho y/o grosor, le sirvió para ver sus obras desde otra perspectiva, con la posibilidad de convertir la bidimensionalidad inherente a la pintura en la tridimensionalidad propia de los objetos. Así, a mediados de los ochenta, comienza a crear obras en forma de pequeños cubos blancos que serán el punto de partida de su evolución artística.
It’s a long wait es una obra característica de su producción. El título, explícito, hace referencia asu interés por el paso del tiempo y, sobre todo, a la idea de la complejidad de la experiencia humana, que discurre en toda su obra y que viene a reforzar la apariencia de desgaste y «de vida vivida» de sus piezas. Se trata de una obra con una superficie pintada y repintada con varias capas, con veladuras que nos muestran otras historias, sobre tres planos, imperfectos, de madera reciclada de otros usos; con el lienzo cosido en varias partes, indica rotura y vuelta a comenzar. La superficie del lienzo, también imperfecta, contiene una gran carga poética, misterio, memoria y recuerdos. Ni agresiva ni llamativa, casi monocroma a primera vista, pero llena de matices, de ocres, blancos y amarillos.
En la obra de Carroll lo ordinario adquiere un significado especial, en cuanto que se une a la experiencia humana y a la memoria. Trabaja distintas técnicas que le permiten dar a la pintura, aun siendo pintura, una naturaleza casi escultórica. Cortes, reutilización de telas o la inserción de una pintura dentro de otra, aportan la multiplicidad de perspectiva.
C. J.
Se instala en Nueva York en 1984, donde encuentra el lugar idóneo para desarrollar un nuevo lenguaje personal que aporta una nueva dimensión a la pintura. La superficie de la tela, imperfecta, monocroma a primera vista, contiene una gran carga poética, relacionada con la memoria y los recuerdos. La trabaja con diversas técnicas que le permiten dar a la pintura un aire casi escultórico: cortes, reutilización de telas de otras obras y objetos cotidianos que nos remiten a su vida personal, la inserción de una pintura en otra, la aplicación de luz, son algunas de las técnicas que aportan la multiplicidad de perspectivas necesaria según su visión. En 1992 participa en la Documenta de Kassel. Ha expuesto, entre otros, en el Guggenheim Museum Soho de Nueva York (1995), en el Museo Cantonale d’Arte de Lugano (1997), en el Museo d’Arte Contemporanea de Villa Croce, Génova (2005), y en el Museo Correr de Venecia (2008).
E.B.